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Empoderados en el Amor

Foto del escritor: Nuevo ComienzoNuevo Comienzo

Era un domingo temprano en la mañana, me desperté en adoración y acción de gracias, sentía el gozo de Dios fluyendo como un rio en mí. Luego me quede dormida y soné lo siguiente:

Veía el edificio de Nuevo Comienzo y a varios intercesores. Salí al estacionamiento y mire hacia arriba de donde descendía un rayo a toda velocidad, el mismo se detuvo encima del edificio. Del lado derecho del edificio salió una pequeña nube, la cual era una espía, y la nube salió al encuentro con el rayo, la cual era el espíritu divisor de Jezabel. Inmediatamente podía escuchar la nube y el rayo conversando, la nube le hacia comentarios negativos de la congregación y el rayo le contestaba; “lo que yo veo no concuerda con lo que tu me dices por tanto no puedo descender y hacer daño”.

¿Que veía ese “rayo” (Jezabel)?: Veía a UNA IGLESIA EMPODERADA AMANDO LO QUE DIOS AMA.

Ese empoderamiento nos habla del proceso por el cual se aumenta la fortaleza espiritual, política, social y económica de personas y comunidades para impulsar cambios positivos para impactar las situación en la que se vive. Ese empoderamiento también me habla de Comisión, ósea la autoridad, permiso y poder para decidir y/o dar un giro, ósea un nuevo comienzo, una transferencia para permitir, dar permiso y libertad.

En Hechos 26:12 el apóstol Pablo dijo: “Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes,..” Pablo entendía muy bien, y vivía el significado de estas palabras. La religión lo había capacitado en el conocimiento de la ley, la cual Pablo amaba apasionadamente, pero su aplicación sin amor llevaba muerte. Era tal su convicción que el Padre celestial tuvo que preparar un encuentro cara a cara con el para hacerle entender que el poder y la comisión sin amor produce temor. Leamos Hechos 26:15-18: “Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, (encuentro) para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío (empoderado), para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados (La Gran Comisión).”

La voluntad de Dios es que cada creyente tenga una experiencia con él, un encuentro intimo cara a cara. Si nunca procuramos una experiencia con Dios, nunca entenderemos el amor del Padre (Juan 3:16) ni la vida de Jesús. No podríamos entender que por amor vino a la tierra, por amor murió, por amor resucito y por amor nos unió al Padre (Efesios 3:12) y nos delegó su autoridad y poder. Luego del encuentro con Jesús, Pablo estuvo listo, empoderado y comisionado para establecer no una religión más, sino el verdadero reino de Dios, que es a través del amor en Jesús.

Empoderar y comisionar sin amor resulta en una iglesia dividida por la competencia ministerial. Una iglesia que le ha dado lugar al orgullo y egoísmo, luchando entre ella misma, ciega ante la necesidad de un mundo enfermo.

Como hemos dicho antes, empoderamiento se refiere al proceso por el cual se aumenta la fortaleza espiritual, pero pregunto; Cómo iglesia, ¿Que fuerzas espirituales estamos activando en nuestro entorno, en la atmósfera que se nos fue delegada? En el sueño, Jezabel no podía tocar a Nuevo Comienzo porque la fuerza del amor y la unidad provocaba un escudo que nos protegía y no podía hacernos daños. Lo mismo le paso al apóstol Pablo librándole del pueblo, y de los gentiles, a quien Jesus le envío.

Necesitamos de creyentes que desean servir sin el deseo de ser reconocidos, que su único deseo de ejercitar el poder de Dios sea extender el amor de Dios a los perdidos, enfermos y esclavos del pecado. Es tiempo de caminar en amor y unidad, esas dos fuerzas que nos alinean al corazón de Dios, que nos empoderan y comisionan correctamente para manifestar el cielo a la tierra.

Si buscas una congregación perfecta la nuestra no es para ti, pero si buscas una congregación madura en el amor, lo cual nos hace una iglesia fuerte en Jesucristo, bienvenido. Con la guianza del Espíritu Santo te ayudaremos en el proceso de ser, sanado, equipado y activado en tu propósito.

Te Bendigo

 
 
 
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