Todo cambia, queramos o no, los tiempos y sus generaciones cambian y la iglesia no es la excepción, no porque la Palabra cambie, sino que el cumplimiento de la misma va revelando y manifestando vino nuevo y fresco. Una manera mas adecuada de decirlo, pero que no es muy aceptada en el ambiente eclesiástico seria; “que evoluciona” (que cambia o revela algo nuevo de manera gradual) porque Dios esta constantemente revelando cosas nuevas.
1 Corintios 2:7 RVR60 dice: “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,” Por eso todo creyente que se mantenga a la vanguardia de lo que el Espíritu Santo esta haciendo y diciendo será parte de la iglesia que se mantendrá un avance continuo.
En la guerra solo gana el que avanza, y en esta guerra espiritual territorial constante, tenemos que mantenernos moviéndonos hacia adelante, porque el que se quede estático perece. La persona estática es aquella que ve su casa derrumbarse porque según ella; “esta esperando en el Señor”. Mientras que el que avanza es aquel que se mueve juntamente con el Espíritu de Dios y prospera junto con su casa, así como prospera su alma.
La iglesia que va a avanzar en este tiempo es la que tiene características apostólicas. ¿Porque? Veamos…
Jesus separo, equipo y estableció apóstoles, para que edificaran una iglesia apostólica. Esa fue la iglesia que recibió el Espíritu Santo, fue la misma que presencio el avivamiento mas grande de la historia, un avivamiento tan poderoso que con tan solo una predica, miles entregaron su corazón a Jesus y decidieron seguirle.
Pero esto no sucedió para que se establecieran religiones sino una iglesia. Jesus identifico a sus representantes en la tierra con el nombre de “ekklesia” lo cual es un termino griego que literalmente significa; “asamblea de ciudadanos”. Una asamblea que se reunían para tratar con asuntos políticos y sociales.
A sus discípulos les llamo apóstoles, lo cual literalmente significa; “enviados”. ¿Enviados a que? Enviados a predicar y establecer un nuevo gobierno, el gobierno del reino de los cielos en el corazón del hombre, para lograr una toma territorial espiritual. Esto no es tan solo un mensaje, sino un gobierno que revela y establece los deseos del corazón de Dios para con sus hijos. Por eso me parece importante conocer y obtener las características de lo que muchos han llamado como; “la iglesia primitiva”, la cual es realmente; la iglesia apostólica.
Una Iglesia que Avanza tiene estas 7 características apostólicas.
Tiene líderes apostólicos, que se reproducen y forman gente apostólica, que aman servir y evangelizar, que se lanzan con osadía a sanar al enfermo y alcanzar al herido. Hablando de Cristo y la Iglesia; Efesios 4:11-13 TLA dice: “Él fue quien les dio a unos la capacidad de ser apóstoles; a otros, la de ser profetas; a otros, la de ser evangelistas; y a otros, la de ser pastores y maestros. Hizo esto para que todos los que formamos la iglesia, que es su cuerpo, estemos capacitados para servir y dar instrucción a los creyentes. Así seremos un grupo muy unido y llegaremos a tener todo lo que nos falta; seremos perfectos, como lo es Cristo, por conocer al Hijo de Dios y por confiar en él.”
Es una iglesia con la capacidad de unir culturas, es una casa refugio donde no existe el prejuicio. Habita el amor y la misericordia.
Es una iglesia que recibe líderes. Donde se reconocen los dones y se promueve el desarrollo de los mismos. Donde no hay lugar para los celos.
Tiene demostración de poder, toma riesgos y se mueve en los dones del espíritu. Donde se procuran los milagros, la sanidad de los enfermos, la liberación del cautivo y la resurrección de muertos.
Es guiada por el Espíritu. Reconoce que los guiados por el Espíritu esos son los hijos de Dios. No son personas estáticas sino que fluyen con el Espíritu.
Es poderosa en adoración. Reconoce la importancia de la adoración vibrante y guerrera.
Es una iglesia que ora y ayuna, y sobre todo reconoce la importancia de la intimidad con el Señor.
En estos tiempos que vivimos, es muy fácil envolverse en la cultura presente, es mu fácil desenfocarse, es muy fácil olvidar la misión y la visión de Dios.
Por eso es importante entender que nuestro fundamento es apostólico, que fuimos enviados a impactar la cultura presente pero, no tan solo con palabras, sino con demostración de poder.