Son muchas las ideas que se tiene de lo que es la Iglesia, unos piensan que es un edificio y otros tienen claro que somos nosotros, aquellos que hemos creído en el mensaje de Jesucristo y hemos decidido seguirle y servirle. El termino Iglesia en griego es “ekklesía” que literalmente fue un grupo civil convocado (llamado), era un consejo, un gabinete gubernamental. Esto demuestra que Jesucristo no vino a establecer un grupo religioso sino un grupo de reyes y sacerdotes (Apocalipsis 5:10) que continuaran con el establecimiento y la expansion del reino de Dios que conquistaran y dominaran la tierra. Esto nos da a entender que la iglesia esta compuesta por personas con autoridad espiritual y terrenal (Mateo 16:18-19), dirigidos por un grupo escogido para equipar a los santos para el trabajo del ministerio (Efesios 4:11).
En el Nuevo Testamento podemos encontrar diferentes nombres que se le da, o con los que se identifica a la Iglesia de Jesucristo. En Romanos 12:5 dice que somos un cuerpo en Cristo, el cual no esta compuesto de una sola persona sino de un grupo de personas con diferentes dones, talentos y funciones. Personas que se posicionan, accionan, se mueven y están en la expectación de cambios positivos. También dice que somos el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:18-20) que debemos alejarnos del pecado y que haciendo así glorifiquemos a Dios con nuestro espíritu, alma y cuerpo, los cuales son de Dios. Por eso debemos aprender a adorar con todo nuestro ser interior. No simplemente somos adoradores, somos el motor de adoración aquí en la tierra. En 2 Pedro 2:9 también dice que somos una nación santa, linaje escogido, somos miembros de la familia de Dios, sacerdotes al servicio del Rey. El nos sacó de la oscuridad del pecado, y nos dio la oportunidad de disfrutar de su santidad y pureza. Nos santifico y nos purifico no por lo que quizás hayamos hecho sino por lo que él ya hizo, el lavamiento con su palabra. Jesus quiso regalarse a sí mismo una iglesia gloriosa, apartada del mal y perfecta, como un vestido sin una sola arruga ni una sola mancha, ni nada parecido (Efesios 5:26-27). Con esto entendemos que somos mas que un grupo reunidos en un edificio, somos un organismo vivo y poderoso, Por eso, debemos continuar anunciando las maravillas que Dios ha hecho.